Durante su primer año de gestión, la presidenta Claudia Sheinbaum enfrentó un desempeño económico débil, aunque México logró esquivar la recesión que muchos analistas anticipaban. El país registró un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de apenas 1 %, golpeado por la guerra arancelaria desatada por Estados Unidos y las presiones fiscales internas.

La reactivación de la política comercial proteccionista de Donald Trump desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025 encendió las alarmas. Los nuevos aranceles a sectores clave como el automotriz, el acero, el aluminio y el tomate afectaron el clima de inversión y ralentizaron el “nearshoring”, frenando planes empresariales que esperaban certidumbre bajo el T-MEC.

Pese a ello, las negociaciones entre ambos gobiernos han contenido

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