Caracas, 25 de septiembre de2025
Venezuela está de fiesta porque por primera vez en nuestra historia dos venezolanos son santos oficialmente reconocidos. Esta canonización es un gran regalo y ejemplo para nosotros. Dos santos que resaltan más porque florecieron en una sociedad que parecía religiosamente desértica. Nacieron pocas décadas después que el gobierno de Venezuela expulsara a todos los obispos del país, prohibiera todas las congregaciones religiosas masculinas y femeninas, cerrara los seminarios de formación de sacerdotes y quitara los crucifijos de las escuelas. Quienes mandaban estaban convencidos de que con eso hacían un gran servicio al país y a la diosa Razón.
En este desierto exterior de su tiempo José Gregorio Hernández (1864) brilló como un milagro y fue venerado primero