Bo Nix , el quarterback novato de los Broncos , tuvo una actuación que mezcló luces y sombras: 326 yardas por aire, dos pases de touchdown, una anotación terrestre... y un costoso "regalo" en la zona de anotación que pudo cambiar el rumbo del juego. Pero los números no mienten: 512 yardas totales ofensivas contra apenas 159 de Cincinnati, un dominio que se reflejó en el marcador final de 28-3.

Detrás de este triunfo bronco hay tres claves innegables:

La resurgencia del juego terrestre con J.K. Dobbins (101 yardas en 16 acarreos), rompiendo una sequía de 38 partidos sin un corredor de 100+ yardas

La eficiencia en primeros downs (29 contra 9)

La defensa que ahogó a un Jake Browning limitado (125 yardas, 14/25 en pases)

Los Bengals , sin Joe Burrow (recuperándose de cirugía

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