Italia ha sido siempre conocida como centro del catolicismo, con el Vaticano en Roma, corazón espiritual y administrativo de la Iglesia Católica y residencia oficial del Papa. Pero, como otros países europeos, ha experimentado en las últimas décadas el crecimiento de la población musulmana, que se estima en unos 2 millones de personas, el 3% de la población total del país. Cifras no oficiales ni exactas, ya que el censo nacional italiano no recoge datos sobre la religión de la población.
La mayoría son inmigrantes o descendientes de ellos, provenientes de países del norte de África (Marruecos, Túnez y Egipto), el sur de Asia (Bangladesh, Pakistán) y Albania, y las mayores concentraciones se encuentran en las grandes ciudades y áreas industriales del norte de Italia, como Milán y Turín, as