El yogur griego se ha convertido en uno de los alimentos favoritos de quienes buscan una opción práctica, saludable y deliciosa para el día a día.
A diferencia del yogur tradicional, este producto se prepara con un proceso especial de fermentación y filtrado que concentra sus nutrientes, lo hace más espeso, menos líquido y le otorga un aporte superior de proteínas.
La nutrióloga Valeria Rubio Márquez , especialista de Alpura, explica que esta diferencia va mucho más allá de la consistencia.
“El yogur griego se obtiene a partir de leche pasteurizada a la que se añaden cultivos bacterianos, como los lactobacilos, que fermentan la leche y producen la acidez característica. Después se filtra, y ahí es cuando se concentran sus beneficios, especialmente las proteínas. De hecho, el 80% de