El verde británico de carreras, conocido mundialmente como British Racing Green (BRG), es mucho más que un tono en la paleta de la industria automotriz. Representa tradición, orgullo y una identidad que nació hace más de un siglo y que hoy sigue vigente en autos de calle, pistas de competición y colecciones de diseño.
Su origen se remonta a 1903, cuando el Reino Unido fue anfitrión de la prestigiosa Copa Gordon Bennett. Debido a las estrictas restricciones de velocidad en Inglaterra, la competencia se celebró en Irlanda, y como gesto de agradecimiento los británicos decidieron pintar sus autos de verde. Así nació una leyenda que, con el tiempo, se consolidó como símbolo del automovilismo inglés.
El BRG nunca fue un único matiz. Existen múltiples variantes bajo ese nombre, pero todas comp