La reina Sofía ha vivido una de sus peores temporadas. Sufrió mucho con el fallecimiento de su hermano Constantino de Grecia a causa de un derrame cerebral. Pocos meses más tarde se confirmó que su hermana Irene padecía Alzheimer. Han pasado tres años de todo aquello y la enfermedad ha avanzado demasiado rápido. La octogenaria ya no recuerda ni su nombre, ninguna cara, ha olvidado incluso funciones básicas, no puede caminar. Casa Real prefiere que ya no aparezca en ningún acto familiar. Tiene a su disposición un equipo médico las 24 horas del día en Zarzuela.
Para la reina Sofía ha sido un duro golpe, ya que Constantino era su refugio en Londres, mientras que Irene era su confidente, amiga, hermana y un pilar muy importante cuando descubrió las infidelidades de Juan Carlos I, ahor