Chilpancingo.— La capital de Guerrero estaba ayer rodeada por policías y militares , pero aún así muy pocos se sentían seguros.
Este lunes, todas las escuelas —desde los preescolares hasta las facultades de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro)— amanecieron cerradas. Las calles lucieron semivacías y poco más de la mitad de las unidades del transporte público daban servicio por la mañana.
En las entradas y salidas de la ciudad, policías y militares instalaron retenes de vigilancia y por las calles los rondines de patrullas no cesaron. Los pobladores sólo salieron a atender sus asuntos urgentes y prefirieron guardarse.
En el ayuntamiento , los trabajadores fueron pocos. Una noche antes, el alcalde de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera (PRI), ordenó que s