A falta de recibir una respuesta de Hamás, el plan que ha propuesto —casi impuesto— Donald Trump a Benjamin Netanyahu es el primero con peso para acabar con la guerra en Gaza. La idea no ha salido de la mente del presidente estadounidense, aunque sea él quien vaya a firmarlo, sino de un viejo conocido de la política internacional: Tony Blair . Lejos de ser un carísimo jarrón de museo para dar charlas, conceder entrevistas y escribir libros, el exprimer ministro británico ha sido un viento que ha empujado las velas de los vaivenes en Oriente Medio en las últimas dos décadas.La figura del exprimer ministro está considerada como una de las más disruptivas del último medio siglo. Carismático como pocos políticos ha habido en la historia británica, su llegada al número 10 de Downing Street en 1

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