Título: ¡Escándalo en Nueva Zelanda! El FBI regala armas ilegales

Wellington, Nueva Zelanda — Durante una reciente visita a Nueva Zelanda, el director del FBI, Kash Patel, obsequió a altos funcionarios de seguridad del país pistolas impresas en 3D que resultaron ser ilegales según la legislación local. Las fuerzas del orden neozelandesas informaron que estas armas, que no eran funcionales, debieron ser destruidas tras su entrega.

Las pistolas de plástico formaban parte de un conjunto de regalos que Patel entregó a al menos tres jefes de policía y espionaje en julio. Esta visita marcó un hito, ya que Patel es el funcionario de más alto rango de la administración Trump en visitar Nueva Zelanda. Su objetivo principal era inaugurar la primera oficina independiente del FBI en el país.

Bajo la ley neozelandesa, las pistolas son consideradas armas estrictamente restringidas. Para poseer una, se requiere un permiso adicional además de la licencia de armas habitual. Las autoridades no confirmaron si los funcionarios que recibieron los regalos contaban con los permisos necesarios. Además, no se aclaró qué tipo de permisos solicitó Patel para introducir las armas en Nueva Zelanda.

El Comisionado de Policía de Nueva Zelanda, Richard Chambers, declaró que las pistolas fueron consideradas potencialmente operativas y, por lo tanto, fueron destruidas. "Para garantizar el cumplimiento de las leyes de armas de fuego, ordené a la Policía que las retuviera y destruyera", afirmó Chambers.

Las pistolas fueron descritas por un portavoz de las agencias de espionaje como parte de un "expositor de medallas conmemorativas". Al día siguiente de recibir los regalos, los funcionarios solicitaron asesoramiento sobre su legalidad, lo que llevó a la decisión de destruirlas.

James Davidson, exagente del FBI, criticó el nombramiento de Patel, pero también comentó que el regalo parecía ser "un gesto genuino". Davidson consideró que la reacción de las autoridades neozelandesas fue "francamente, una reacción exagerada".

Nueva Zelanda ha implementado estrictos controles de armas, especialmente tras el ataque de 2019 en Christchurch, donde 51 personas fueron asesinadas. Aunque las pistolas regaladas no eran semiautomáticas, la posesión de armas en el país es vista como un privilegio, no como un derecho.

La visita de Patel también generó controversia debido a sus comentarios sobre la influencia de China en el Pacífico Sur, lo que provocó una respuesta diplomática cautelosa por parte de funcionarios neozelandeses. La nueva oficina del FBI se estableció para colaborar en la lucha contra delitos como la explotación infantil y el narcotráfico, según afirmaron las autoridades locales.

La situación ha suscitado un debate sobre la legalidad y la ética de los regalos entregados por un alto funcionario estadounidense en un contexto internacional delicado. Las armas fueron destruidas, pero el incidente ha dejado una marca en las relaciones entre Nueva Zelanda y Estados Unidos.