El duelo entre Kairat y Real Madrid en Almaty fue como retroceder a los años 80. El Estadio Central , escenario del partido, estaba muy lejos de la modernidad… y también de la seguridad. Sin tornos de acceso, con acreditaciones de prensa sin personalizar que podían usar -y usaron- varias personas y con unas instalaciones precarias, el escenario no estaba preparado para una cita de este calibre. El resultado fue evidente: el aforo se desbordó.

El estadio tiene capacidad oficial para 23.804 espectadores, pero la realidad mostró otra cosa. Las entradas volaron en cuestión de horas y el club kazajo llegó a recibir más de 150.000 solicitudes. En el momento en que arrancó el encuentro, el graderío dejaba una estampa clara: miles de aficionados de pie, ocupando pasillos y escaleras, lo

See Full Page