El expresidente de la República Democrática del Congo (RDC) Joseph Kabila llegó al poder en 2001 con expectativas de paz para el país, pero, después de dieciocho años de gobierno en los que no supo poner fin al conflicto y de un exilio autoimpuesto, fue condenado este martes a la pena de muerte en ausencia por apoyar al poderoso grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).

"La dictadura debe terminar y hay que restablecer la democracia, así como la buena gobernanza económica y social", afirmó Kabila el pasado mayo en un discurso a la nación emitido desde una localización desconocida.

El exmandatario, que es senador vitalicio, no se dirigía directamente al pueblo congoleño desde que abandonó el poder en 2019 y lo hizo en mayo un día después de que el Senado (Cámara alta del Parlament

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