El Kairat Almaty engañó al árbitro de su partido de Champions del Real Madrid con un piscinazo en el área de su jugador Gromyko que fue señalado como pena máxima a favor de los kazajos. Marco Guida fue avisado por el VAR tras pitar el penalti por un supuesto derribo de Dani Ceballos que no existió y el italiano rectificó su decisión después de revisar la jugada en la pantalla.

El Real Madrid iba ganando 0-2 cuando el árbitro quiso meter emoción al encuentro pitando un penalti de Ceballos inexistente. El centrocampista ni tocó a Gromyko, que exageró tirándose al césped y haciendo gestos de dolor en el pie. Pero finalmente Marco Guida acudió al VAR, entró en razón y anuló el lanzamiento desde los 11 metros.

Kylian Mbappé marcó los tres goles del equipo blanco en Almaty.

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