A sus 34 años, Kelly Orduz Robledo sobrelleva el duelo de haber perdido un hijo. Era su segundo hijo y murió cuando tenía 1 año. Tenía diagnosticada desde que nació una enfermedad huérfana llamada atrofia muscular. Este duro golpe para ella llegó en un momento en donde tenía el mundo encima: su esposo estaba hospitalizado y llevaba un mes desempleada cuando era el principal sostén económico de su hogar.
Ni tres semanas han pasado desde la muerte de su hijo Liam Kelbert (falleció el 12 de septiembre). Y aunque sabe que nada se lo devolverá, está a la espera de que el Banco Agrario de Colombia le dé respuesta a una solicitud de indemnización, de reconocimiento institucional y garantías de no repetición con otros trabajadores. Kelly asegura que, a pesar de que en esa entidad sabían que era m