Nuestras rodillas están, tal vez, entre las articulaciones más importantes del cuerpo, pero también son algunas de las que menos cuidamos.

Y la ciencia nos dice que si las trabajamos un poco, tendremos recompensas después.

Es probable que comiences a sentir dolor pasados los 30: esa molestia en las rodillas cuando cambia el clima, la rigidez en las mañanas al salir de la cama.

Todos esos signos, poco bienvenidos, de que tus rodillas no están tan bien aceitadas como antes.

Esto es especialmente cierto cuando tienes un trabajo que requiere esfuerzo físico o haces mucho deporte.

Pero hay otras razones que lo pueden exacerbar, como por ejemplo subir de peso, las condiciones autoinmunes o algunos temas genéticos que pueden acelerar los problemas de rodilla.

Tampoco sorprende porque nuestr

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