Juan R. Hernández / Grupo Cantón
El valor estratégico está en la conservación de las razas nativas, fundamentales para la soberanía alimentaria
Ciudad de México.- Con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, la frase “Sin maíz no hay país” adquiere un nuevo significado en México tras la prohibición constitucional de la siembra de maíz transgénico, medida que busca proteger uno de los patrimonios biológicos y culturales más importantes del mundo.
Nuestro país es centro de origen y diversificación de este grano, domesticado hace más de nueve mil años, y hasta hoy mantiene una riqueza genética única: de acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), existen 64 razas de maíz, de las cuales 59 son nativas.
Esta diversidad se ha adaptado a t