Durante los años veinte, una aparente maravilla médica conquistó a la sociedad estadounidense con la promesa de curar más de un centenar de males y devolver la energía de la juventud. El producto, llamado Radithor , era vendido en discretas botellas incoloras y recibió el respaldo de algunos médicos. Sin embargo, los efectos de la bebida estuvieron lejos de lo esperado: en lugar de milagros, sembró tragedia y desconfianza.
A raíz de casos fatales y el escándalo público, las autoridades decidieron implementar nuevas normativas y regulaciones sanitarias más estrictas, las cuales fueron clave para proteger a los consumidores y sentaron las bases del control moderno sobre medicamentos y remedios en Estados Unidos y el mundo.
El descubrimiento del radio y el auge del entusiasmo cientí