No hay cosa que le guste más a Jordi Cruz que hacer que la gente salga de su casa feliz y satisfecha. De su casa particular, también, pero especialmente, de su restaurante de estrellas Michelin, el ABaC , su templo, el lugar del cual se siente más orgulloso, su tesoro, y donde proporciona a los clientes momentos de placer máximo degustando sus creaciones. Un restaurante que ahora ha sido testigo de un momento muy especial en las vidas del chef de Manresa y especialmente, de su mujer, la arquitecta y modelo brasileña Rebecca Lima.
La pareja, guapísimos los dos, no puede ser más feliz. Su amor crece cada día, y ahora aún más desde que han formado una familia preciosa con sus dos hijos , Noah y Nico. Los días que nacieron sus hijos fueron los dos días más bonitos en sus vidas, sin n