Esta semana, el ex juez y fiscal federal Héctor Yrimia tuvo una buena y una mala. Se habrá enterado de ambas en alguna torre de Dubai, donde reside desde septiembre de 2021, con la brisa del desierto en la cara. La buena es que, al menos en una causa en su contra, la Justicia porteña lo sobreseyó ; la jueza Alejandra Alliaud lo corrió del expediente en el que su viejo amigo, conocido, o socio, o enemigo, Leonardo Cositorto , el líder del holding Generación Zoe, que ya fue condenado dos veces este año a 11 y 12 años de prisión, terminó procesado como el jefe de una asociación ilícita dedicada a cometer 1095 estafas por más de 16 millones de dólares.
La mala es que, finalmente, la Corte Suprema de Justicia ratificó hoy miércoles su pedido de captura internacional , prec