Pekín. — Un tribunal chino dictó la pena de muerte contra 11 integrantes de la familia Ming, acusada de dirigir durante años un imperio criminal multimillonario que operaba desde la región autónoma de Kokang, en la frontera entre Myanmar y China. La sentencia, anunciada por el Tribunal Popular Intermedio de Wenzhou, pone fin a uno de los casos más sonados de crimen transnacional en Asia.

El ascenso de un clan mafioso

La familia Ming es considerada una de las “cuatro familias” del norte de Myanmar, sindicadas de controlar redes de fraude en línea, prostitución, narcotráfico y apuestas ilegales. El patriarca, Ming Xuechang, levantó su poder desde la Villa del Tigre Agazapado, un complejo en Kokang donde llegaron a trabajar unas 10.000 personas bajo esquemas fraudulentos, según la televisió

See Full Page