El actor Arturo Ríos está solo en un salón de ensayos donde la directora Ana Graham le da indicaciones. Él escucha, aplica lo recomendado y batalla para lograr lo que le piden.
Cuando lo hace, la magia del teatro se da y es capaz de llevar a quien lo observa a una playa donde un anciano solitario intenta pasar la noche con hambre, frío y pulgas.
Esto es algo que un primer actor logra hacer con pocos o nada de elementos; aunque asegura que este mote no le viene bien a pesar de que ya está en edad para que lo pongan en esa categoría.
“Eso ya se lo dejo a la gente. A veces me da cierto pudor y pido que me pongan ‘actuación especial’ porque me parece algo del siglo pasado que te vuelve serio y muy respetable, y yo soy un actor común y corriente. No niego lo que he hecho y lo d