El calendario lunar permite conocer en qué fase se encuentra la Luna en cada momento del mes. Esto resulta útil tanto para quienes estudian los fenómenos astronómicos, como para quienes buscan comprender las tradiciones culturales y espirituales que giran en torno a nuestro satélite natural. Además, en muchas prácticas de agricultura o jardinería se siguen teniendo en cuenta las fases lunares para decidir el mejor momento de siembra o cosecha, lo que refuerza la vigencia de este conocimiento ancestral.
La relevancia del calendario lunar también se manifiesta en lo personal: muchas personas asocian las fases de la Luna con estados emocionales o con la energía disponible en determinados días. La Luna llena, por ejemplo, suele relacionarse con la plenitud, la claridad y el cierre de ciclos