El plan de paz hecho público por la Casa Blanca contiene muchas imprecisiones, zonas grises y un amplio margen para interpretar aspectos clave para el futuro de Gaza y de toda la región
Existe un clamor mundial para que se ponga fin al horror retransmitido casi en directo que sufre la población de Gaza. Las imágenes que llegan desde allí desde hace 725 días resultan insoportables para muchísima gente en todo el mundo. Eso explica que cualquier atisbo de alto el fuego sea recibido con esperanza, e incluso con desesperación. El plan presentado por el presidente estadounidense, Donald Trump, el pasado lunes junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, entra en esa categoría de wishful thinking , es decir, un pensamiento ilusorio que parte de una actitud optimista consistente e