James Madison, en The Federalist Papers, advirtió que ningún diseño institucional es suficiente por sí mismo para preservar la libertad. En ese texto, describe la “dependencia del gobierno respecto del pueblo” como un control primario, aunque declaró que también eran necesarias “precauciones auxiliares”.
Madison explicaba que el objetivo de toda Constitución es velar por la virtud de los representantes del pueblo mientras gozasen de la confianza pública.
La confianza es el vínculo que mantiene a la sociedad y el sustento de la economía.
Al final, Madison alertaba sobre el poder de las facciones, siempre inclinadas a torcer el bien común si no existe vigilancia ciudadana.
Uno de sus seguidores, Benjamin Constant, décadas más tarde, advirtió sobre el riesgo de la apatía política: ciudada