Estados Unidos entró en las últimas horas en un nuevo ciclo de incertidumbre tras el inicio de un cierre de gobierno después de que el presidente Donald Trump y los líderes del Congreso no lograran alcanzar un acuerdo para mantener financiado el funcionamiento de los programas y servicios gubernamentales antes de la fecha límite.

Se estima que unos 750.000 empleados federales serán suspendidos de sus funciones, y algunos incluso podrían ser despedidos.

Mientras muchas oficinas se preparan para cerrar, quizás de forma permanente, el presidente Trump prometió tomar represalias con medidas “irreversibles” y “malas”.

Las repercusiones económicas de este cierre amenazan con extenderse por todo el país, afectando la vida de millones de estadounidenses que dependen de pagos de prestaciones, co

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