“Me tocó ir al tianguis El Salado... si no, a mí me hubiera tocado aquí". Con estas palabras, Raúl Moctezuma, un hombre en situación de calle que había hecho del bajo puente de La Concordia su hogar, narra el giro del destino que le salvó la vida el día del trágico flamazo de la pipa de gas en Iztapalapa .
Mientras él trabajaba en un puesto de tacos, el lugar donde dormía y convivía con sus amigos se convirtió en un infierno que ya ha cobrado la vida de 31 personas.
Hoy, en medio del luto por la pérdida de al menos 12 de sus amigos en la tragedia, Raúl comparte su historia de supervivencia y el dolor de ya no tener con quién compartir la comida.
Vivía en el Puente de la Concordia: El “milagro” de un puesto de tacos
El milagro de Raúl es claro. Aquel 10 de septiembre no permaneció en el