Estados Unidos enfrenta su primer cierre parcial del gobierno desde el ocurrido entre 2018 y 2019, que se extendió durante 35 días y marcó un récord histórico. El nuevo “shutdown”, iniciado tras el fracaso del Congreso para aprobar un presupuesto o una medida de financiación temporal, ha dejado suspendidas miles de operaciones federales.

Cuando el Congreso no logra aprobar recursos suficientes, las agencias deben cesar todas las actividades consideradas no esenciales. Esto significa el cierre de oficinas gubernamentales, la suspensión de salarios para empleados federales y la continuidad limitada de servicios críticos como fuerzas armadas, controladores aéreos y personal de emergencia. Loading…

Cuando el Congreso no logra resolver el , las agencias deben detener operaciones que no está

See Full Page