El duelo de pistoleros acabó neutralizado en La Cerámica . La Juventus golpeó cuando el Villarreal transmitía mejores sensaciones, y el Villarreal respondió cuando la Juventus más cómodo se sentía, con resultado a favor tras haber remontado un partido en el que no lograba arrancar. Lo de siempre de un equipo italiano. No son de fiar, nunca lo han sido, aunque esta vez la ley del ex fue más fuerte que la idiosincracia italiana. Todo por obra y gracia de Renato Veiga , que rescató un punto sobre la bocina al más puro estilo italiano.
La secuencia final fue un espejo de la inicial. Ambas se dibujaron con los jugadores del Villarreal festejando. El conjunto de Marcelino García arrancó mejor el encuentro y logró adelantarse en el marcador por medio de Mikautadze, pero la irrupción de