La eclosión de los patinetes vivida tras la pandemia ha tocado techo en Barcelona. Los vehículos de movilidad personal siguen muy presentes en las calles de la capital catalana, pero no parecen ir a más. Según las observaciones realizadas por el RACC en la quinta edición del barómetro sobre la movilidad en este medio de transporte, los desplazamientos en patinete se han reducido un 4% respecto del año pasado.
Lo que no ha cambiado con el paso del tiempo es el incivismo, que persiste entre muchos usuarios de patinetes e incluso en algunos aspectos va a más. Uno de cada cuatro no respeta los semáforos ni los pasos de peatones. Este último comportamiento ha empeorado un 12% en la nueva edición del estudio. También sigue uno de cada diez circulando por la acera aunque esté prohibido y un 13%