El pintor Antoni Tàpies decía que el arte no cambia al mundo, pero puede cambiar a las personas que lo cambiarán. Este es el poder transformador que defendemos, el de una cultura que despierta conciencias, que inspira acción y siembra la semilla de las grandes transformaciones colectivas. Que la declaración aprobada se convierta en realidades”. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, puso así ayer punto y final a la Mondiacult 2025, la gran conferencia sobre políticas culturales y desarrollo sostenible de la Unesco que se ha celebrado durante tres días en Barcelona convirtiendo el Centro de Convenciones Internacional del Fòrum en una pequeña ONU.

Previamente, en un ambiente de cierta euforia, se había aprobado la Declaración final de la cumbre de Barcelona, que reivindicaba los derechos c

See Full Page