
SIDOARJO, Indonesia (AP) — Las autoridades de rescate de Indonesia decidieron el jueves comenzar a usar maquinaria pesada para mover grandes secciones de una escuela derrumbada, al no haber más señales de vida bajo de los escombros y con casi 60 estudiantes adolescentes aún desaparecidos tres días después del colapso.
Pratikno, ministro coordinador de Desarrollo Humano y Asuntos Culturales de Indonesia, dijo a reporteros en el lugar del derrumbe, en Sidoarjo, que la decisión se tomó tras consultar con las familias de los desaparecidos.
Cinco estudiantes fueron rescatados en la víspera por operarios que excavaron un túnel entre los escombros usando únicamente herramientas manuales. Pratikno dijo que el operativo continuaría con extrema precaución, aunque ya no se detectaran señales de vida.
“En cualquier caso, seremos muy muy cuidadosos al usar la máquinaria pesada”, explicó el funcionario, quien como muchos en Indonesia, solo usa un nombre.
La estructura se derrumbó el lunes sobre los cientos de personas que estaban en la sala de oración de la escuela islámica al Khoziny, de un siglo de antigüedad, en Sidoarjo, en el lado oriental de la isla de Java.
Las autoridades apuntaron que el inmueble tenía dos plantas, pero se estaban añadiendo otras dos sin permiso. Según la policía, los cimientos del viejo edificio aparentemente no pudieron soportar el peso de dos pisos de concreto y colapsaron durante el proceso de vertido.
Las autoridades han confirmado cinco decesos, y de los aproximadamente 105 heridos, más de dos docenas continúan hospitalizados y se dice que muchos sufrieron lesiones en la cabeza y fracturas óseas.
Los estudiantes eran en su mayoría varones de entre 12 y 19 años que cursaban los grados 7mo a 12mo. Las alumnas del centro rezaban en otra parte del edificio y lograron escapar, de acuerdo con los sobrevivientes.
En este tipo de desastres, la mayoría de los rescates suelen ocurrir dentro de las 24 horas posteriores, y las posibilidades de supervivencia disminuyen de forma constante a medida que pasa el tiempo.
Casi 220 trabajadores estaban en el lugar el jueves, y había ambulancias listas para trasladar rápidamente al hospital a cualquier sobreviviente. Pero las autoridades llevaron también grandes cantidades de bolsas para cadáveres, un reconocimiento tácito de que las probabilidades de encontrar a gente con vida bajaban rápidamente.
“Ya no consideramos la posibilidad de que queden sobrevivientes, pero aún procederemos con precaución”, dijo Suharyanto, el jefe de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres de Indonesia, quien también usa un solo nombre.
El número de desaparecidos ha fluctuado ampliamente durante los tres días del operativo de búsqueda, y Suharyanto admitió que las autoridades aún no están seguras de cuántos estudiantes pueden estar sepultados bajo los restos. Sus estimaciones se basan en las cifras de asistencia escolar y en información de las familias.
"Realmente esperamos que estas 59 personas no estén bajo los escombros", apuntó. “Ha sucedido antes que los padres reportaron a sus hijos como desaparecidos, pero resultó que estaban en otro lugar. Espero y rezo para que no estén allí”.
El miércoles por la noche, cientos de familiares seguían esperando ansiosos noticias de sus seres queridos en la escuela desde que se enteraron del incidente el lunes. Llenaban los pasillos del centro con colchones para dormir distribuidos por el gobierno local y tenían comida y bebidas.
“No puedo rendirme, tengo que creer que mi hijo sigue vivo, es un chico hiperactivo. Es muy fuerte”, dijo Hafiah, quien usa un solo nombre.
Su hijo, Muhammad Abdurrohman Nafis, tiene 15 años y está en noveno grado.
Recordó que comió encantado su plato favorito, arroz satay, cuando lo visitó el domingo, un día antes de que sus amigos le dijeran que Nafis era uno de los que estaban en el edificio derrumbado.
Nafis se graduará en la secundaria al Khoziny en unos meses y quiere continuar su educación en otra de ingeniería mecánica, agregó.
Hafiah habló sobre la impotencia que se sentía al no poder acercarse a su hijo para ayudarlo. "No puedo rendirme ya que el equipo de rescate está tratando de ayudar a nuestros hijos", señaló.
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Alangkara informó desde Yakarta. Los periodistas de Associated Press Fadlan Syam y Achmad Ibrahim en Sidoarjo y David Rising en Bangkok, Tailandia, contribuyeron a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.