Convertirse en mamá cambió los ritmos y prioridades de Jesica Bossi, quien, tras años dedicada de lleno al trabajo periodístico, vivió la llegada de sus hijas como una transformación profunda. Lejos de los estudios de televisión y la rutina de la cobertura política, el nacimiento de Clarita y luego de Lucía (Luli) le abrió un universo de emociones nuevas: vulnerabilidad, alegría y la conciencia de los momentos cotidianos que marcan a fuego. “Tuve un embarazo muy malo, muy malo en el sentido de que tuve que hacer reposo en algunos momentos, tuve que dejar de trabajar... sufrí bastante, pero cuando nació Clari fue como una bendición total”, recuerda. Aquella pausa forzada, lejos de afectarla, resultó ser el primer gran gesto de entrega: “Dejé de trabajar por lo menos ocho o nueve meses.
“Bailo Tini con ustedes, pero soy su mamá, hagan caso”: la convivencia, los límites y enseñanzas en la maternidad de Jesica Bossi

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