El recuerdo de la masacre se hace añejo. La inmensa mayoría de quienes hoy marcharán en la ciudad de Oaxaca, en diversas capitales del país y en la ciudad de México ni siquiera habían nacido. En Oaxaca, el movimiento estudiantil apenas fue un susurro para la población en general, inquietud para quienes tenían familiares o estudiantes en la capital y mínimo el impacto que se reflejó en años posteriores en lo social, económico pero, sobre todo político
Una trifulca estudiantil mal manejada, el abuso policiaco y el hartazgo juvenil derivó en una masacre.
Una pelea entre estudiantes de la Vocacional 5 del Politécnico y de la preparatoria Isaac Ochoterena en la Ciudadela, el 22 de julio de 1968, fue reprimida por los granaderos. El 26 de julio, dos manifestaciones en la capital del país, una