
Israel ha terminado con la operación de interceptar las embarcaciones de la Flotilla de Gaza este jueves 2 de octubre. Durante la travesía, se han puesto de manifiesto las peleas entre los influencers , radicales palestinos y otros pasajeros. Así han sido las peleas de los influencers de la Flotilla de Gaza: los líderes musulmanes abandonaron por algunos influencers querer mezclar la agenda LGTBI con la causa palestina.
El estallido se produjo cuando el coordinador local Khaled Boujemâa renunció públicamente, denunciando que los organizadores engañaron a los participantes sobre la identidad de algunos miembros. «Nos mintieron», afirmó en un directo en redes sociales, señalando como motivo la inclusión del influencer queer Saif Ayadi .
Las críticas no tardaron en multiplicarse. La activista Mariem Meftah y el presentador Samir Elwafi acusaron a la flotilla de usar la «causa sagrada de Palestina y Al-Aqsa»para imponer una agenda progresista ajena al conflicto. Meftah recalcó que ser homosexual es «un asunto privado», pero que convertirlo en bandera dentro de la flotilla es «incompatible con las creencias islámicas»
En redes, Elwafi cargó con dureza: « ¿Por qué dividir a la gente con el activismo homosexual en una causa que nos une a todos los musulmanes?».
Mensaje de repulsa a los gays
Mariem Meftah escribió en redes sociales que «si eres un activista queer , significa que estás violando los valores sociales y que estás actuando de una manera que nos pone a mí, a mis hijos y a mis familiares en una posición de rechazo. Me niego a que a mi hijo le sugieran en la escuela que cambie de género si se siente como un niño por dentro. Me niego a ver a algunos hombres casándose ».
Abajo el queer Saif Ayadi, retransmite desde la Flotilla de Gaza el siguiente mensaje a favor de los gays por Palestina, provocando el rechazo de los musulmanes de la Flotilla de Gaza:
«Como personas queer comprometidas con la justicia, decimos claramente: no hay liberación queer sin la liberación palestina . Nuestras luchas están interconectadas. No aceptamos que nuestras identidades se utilicen como arma contra los movimientos por la dignidad, la libertad y la autodeterminación. Las personas queer estamos sin complejos en esta flotilla y nos solidarizamos con todos aquellos que resisten la opresión, porque nadie es libre hasta que todos seamos libres. Estamos aquí, somos queer , apoyamos la causa, sin importar quién esté de acuerdo o no».
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La polémica se agravó con la salida de Greta Thunberg de la dirección del proyecto. La radical sueca siguió participando como voluntaria. Pero, criticó que los responsables se centraban demasiado en disputas internas y no en denunciar lo que ella califica como el «genocidio en Palestina».
Otros, como el periodista Yosef Omar, también abandonó tras ser acusados de “sensacionalismo” por sus crónicas.
A los problemas internos se sumó la presión exterior: el Gobierno israelí demostró durante la travesía la flotilla de estar infiltrada por redes vinculadas a los terroristas Hamás y los Hermanos Musulmanes, germen de los terroristas de Hamás. Además, se demostró la participación de participantes próximos al grupo terrorista del sur del Líbano Hezbolá.