Los azulgranas, que dominaron la primera parte, sufrieron físicamente al verse obligados a correr tras el balón tras perder la posesión durante el segundo tiempo
Era una de esas noches marcadas en rojo en el calendario de la Champions League. El Barcelona, eliminado de forma traumática la pasada temporada en semifinales frente al Inter de Milán, se medía al vigente campeón de Europa, el PSG. El encuentro cumplió con las expectativas, pero también fue un golpe para el Barça . “Se ha visto un partido excelente, entre dos conjuntos que no se dedican a dar patadas, sino que intentan hacerse daño con el balón”, resumió Luis Enrique. Durante la primera parte, el equipo azulgrana salió arrollando, jugando de tú a tú contra los franceses. Golpeó primero, marcó el primer tanto del partido y mand