CIUDAD DE MÉXICO
Un año después de haber asumido la presidencia, Claudia Sheinbaum mantiene un nivel de aprobación envidiable: 80% en promedio. No solo se trata de una cifra alta, sino de una tendencia estable, difícil de conseguir en un escenario político tan desgastante como el mexicano. La comparación inmediata es inevitable: Andrés Manuel López Obrador promedió 75% en su primer año, con un respaldo arraigado más en su carisma personal que en la gestión de su Gobierno. Sheinbaum, en cambio, combina ambas cosas: liderazgo propio y aprobación a su Administración.
Hace seis años parecía impensable que un gobernante alcanzara el nivel de aprobación de López Obrador y, al mismo tiempo, que México tuviera una mujer en la presidencia. Hoy ambas ideas quedaron superadas: Sheinbaum no solo gan