La idea se le ocurrió a Masafumi Kouki, el enérgico alcalde de la ciudad de Toyoake, en Japón, un día de verano mientras reflexionaba sobre el aumento del ausentismo en las escuelas de la ciudad. Los casi 68.000 habitantes de Toyoake, especialmente los niños, parecían cada vez más adictos a sus dispositivos digitales, pensó, así que ¿por qué no intentar reducir el tiempo que pasaban viendo las pantallas?
Al cabo de unos días, Kouki y su equipo habían redactado una ordenanza de 2400 caracteres que limitaba el uso de celulares, tabletas, videoconsolas y computadoras a dos horas diarias para los habitantes de Toyoake, sin contar las horas de trabajo y escuela. La ordenanza, que entró en vigor el miércoles, convierte a Toyoake en una de las primeras ciudades de Japón en intentar usar el gobie