Lo que empezó como un sueño ha tomado matices de pesadilla: el permiso que el gobierno de Estados Unidos les concedió a los hijos de inmigrantes, en el 2012, para poder trabajar o estudiar, se ha convertido con el paso de los años en una especie de cárcel y en objeto de persecución a sus beneficiarios.
"El DACA fue creado por el presidente Obama para esos niños que vinieron con sus padres y que quedaron indocumentados; ese programa da la oportunidad a que esos niños -hoy adultos- puedan trabajar, estudiar o tener una licencia de conducción; pero no se puede salir del país ni cambiar de estatus para volverse legal. Además, cada dos años hay que renovarlo", explica Ana Milena Rojas, cineasta colombiana que se inspiró en varios casos reales de los conocidos como 'dreamers' para su cortometra