La impotencia de Maravilla Martínez, más dedicado a pelear que a otra cosa y quien jugó "de regalo" durante más de 45 minutos, debiendo ser expulsado por un codazo a Juan Carlos Portillo mucho antes de que Hernán Mastrángelo, efectivamente, le terminara mostrando la roja. El ecupitajo de Adrián Balboa a Marcos Acuña , enojado luego de que el Huevo hiciera jueguitos con la cabeza de cara a la platea de Racing. Son muestras de lo desenfocado que estuvo la Academia, que se dejó llevar por el morbo que traía este partido de cuartos de final de la Copa Argentina ante River y olvidó los fundamentos que lo llevaron hasta las semifinales de la Copa Libertadores. Y la noche se cerró con la reacción de Gonzalo Costas, hijo menor del DT racinguista, contra el propio Acuña.

El esta

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