En Colombia, los precios de los arriendos varían de una ciudad a otra y, en ocasiones, de forma distorsionada, lo que puede generar impactos desiguales en los ingresos de los hogares tanto de quienes arriendan para vivir como de quienes dependen de esa renta como fuente de ingresos.
Así lo pone en evidencia un estudio del Banco de la República, liderado por Luis Armando Galvis , en el que se revisa la evolución de los precios entre 2008 y 2024. Concluye no solo que los cambios han sido notorios, sino que tales diferencias pueden causar disparidades en el poder adquisitivo de las personas. Más aún en un país donde los aumentos del salario mínimo son uniformes: dos personas con el mismo ingreso, pero que viven en regiones distintas pueden terminar destinando proporciones muy diferentes