Una tutela de un juez en Villanueva, La Guajira, radicada por un funcionario de la Universidad del Valle, se convirtió en el tiquete de regreso de Andrés Felipe Marín, alias Pipe Tuluá, a la celda de lujo que tenía en la cárcel La Picota, que ha convertido en su centro de operaciones.
La tutela, firmada por un auxiliar administrativo en la Universidad del Valle, según consta en los documentos, advertía que al señalado asesino, trasladado y asilado en la estación de Policía de los Mártires, en el centro de la capital, luego de una solicitud de extradición de los Estados Unidos, era víctima de una supuesta “vulneración de derechos”, todo por cuenta de ese traslado.
SEMANA habló con el funcionario público que aparece en el documento que busca el traslado de Pipe Tuluá a La Picota. Deiby A