Durante casi cuatro siglos a la Virgen de Luján la veneraron desde Belgrano y San Martín hasta el Papa Francisco y San Juan Pablo II . Integrada a la cultura popular, millones de argentinos le encomiendan su salud, seguridad y felicidad. Este sábado vuelve a realizarse la tradicional Peregrinación Juvenil a Pie a su santuario .

A simple vista no es más que la imagen de terracota, de escasos 38 centímetros de altura, de una mujer morena cubierta por un vestido celeste y blanco ornado con filigranas doradas y plateadas, que está posada sobre una media luna que flota entre nubes. Pero ejerce en la Argentina un poder espiritual inmenso, que no tiene parangón y vence al tiempo . Luce un semblante modesto y grave, y al mismo tiempo risueño, pero la imponente corona de oro con 365 piedras

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