Desde que el Ejército colombiano engañó y asesinó a su hermano para hacerlo pasar por guerrillero muerto en combate e inflar las cifras de éxito militar en el conflicto armado, Jacqueline Castillo se ha convertido en una de las voces más visibles en plazas y tribunales en la lucha contra la impunidad de los llamados ‘falsos positivos’.

«Son crímenes de Estado, directamente», afirmó en entrevista con EFE Castillo, representante de la Fundación Madres de los Falsos Positivos de Soacha y Bogotá (Mafapo). Recientemente fue reconocida como defensora del año por la ONG Diakonia y el programa Act Iglesia Sueca, con apoyo de la Embajada de Suecia en Colombia.

Durante la ceremonia, Castillo portó una camiseta con un número amarillo grande: 6.402. Esa es la cantidad de civiles que, según el tribun

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