¡Ay! es título revelador para un álbum de vocación internacional. Está ahí la síntesis de una onomatopeya elocuente, cargada de sentimientos por descifrar (¿dolor?; ¿hastío?; ¿envalentonamiento?), y además el signo de exclamación de apertura, que de inmediato apunta a la probable firma de un/a hispanoparlante. Fue, hace tres años, el disco por el que muchos conocimos a Lucrecia Dalt, cautivante compositora de biografía atípica y prestigio de avanzada: una inmigrante latinoamericana en Europa que a los 41 años conseguía que un trabajo compuesto y cantado por ella en castellano fuese elegido “disco del año” por la exigente revista británica Wire.
A. ¡A! (Antes de ¡Ay!): Lucrecia Dalt nace, crece y se educa entre, Risaralda y Antioquía, dos departamentos contiguos de Colombia; este último, c