La herida sigue abierta. Han pasado semanas desde aquel fatídico 23 de agosto, cuando una camioneta roja arrolló a tres integrantes de una familia en la vía de Evitamiento, y el principal sospechoso, Diego Quispe Sulca, sigue prófugo. Ayer, los deudos volvieron a salir a las calles para exigir justicia y, sobre todo, respuestas.
Al frontis de la comisaría de Ayacucho, un grupo de familiares realizó un plantón en el que pidieron que el brigadier PNP Criollo Farfán, investigado por presunta complicidad, rompa el silencio y revele el paradero del conductor fugitivo.
Entre gritos, pancartas y lágrimas, exigieron que el agente, quien labora en la División de la Policía Comunitaria, asuma su responsabilidad y no encubra a los responsables.
“Queremos justicia. Si ese policía sabe dónde e