Se cierra este domingo una semana en la que el Partido Popular ha vuelto a escorarse todavía un poco más hacia los postulados que defiende Vox. La formación que preside pero no lidera Feijóo continúa asumiendo el discurso de la ultraderecha, pese a que los sondeos apuntan a que esta estrategia solo beneficia al partido de Abascal. Han sido siete días de continuas polémicas, en ocasiones obsesivas, que solo buscan tensionar la política estatal. El principal protagonismo de todo esto ha vuelto a recaer en Díaz Ayuso, que sigue marcando el paso de su alicaído jefe. La presidenta madrileña arrancó la semana retorciendo la realidad para polemizar con Pradales. Después de que el lehendakari se limitara a decir, en tono jocoso, algo tan obvio como que Euskadi es euskaldun y afearle su espantada e
El PP, tan desnortado como escorado

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