Irapuato , Guanajuato.- La ola de criminalidad ha obligado a los residentes de la ciudad a modificar drásticamente sus rutinas diarias, una señal palpable de la crisis de seguridad. El temor se ha apoderado de calles que antes eran consideradas seguras, especialmente por el modus operandi de los delincuentes: dos hombres a bordo de una motocicleta, quienes aprovechan las calles solitarias y la escasa iluminación para interceptar a peatones. Pese a que los vecinos han reportado los hechos al Sistema de Emergencias 911, señalan que la respuesta policial no ha sido efectiva ni inmediata .

Esta escalada delictiva no solo se limita a la pérdida de objetos de valor, sino que representa una amenaza directa a la movilidad y la calidad de vida de la comunidad, afectando principalmente a estudia

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