La primavera poco a poco empieza a asomar en San Martín de los Andes y todo se transforma . El frío del invierno cede lentamente, el sol vuelve a ganar protagonismo y la paleta de colores que ofrece este rincón de la cordillera neuquina se renueva con una intensidad que parece sacada de un cuadro. Es el momento ideal para redescubrir este destino que, temporada tras temporada, enamora a propios y visitantes.
Las primeras flores comienzan a aparecer en los jardines, senderos y bosques. Los lupinos y los arrayanes van recuperando su brillo , mientras el aroma fresco a tierra húmeda y vegetación despierta los sentidos. Los días se alargan y el clima se vuelve más amable, perfecto para pasar horas al aire libre explorando los rincones más fascinantes de la región.
Aventura entre la