Al Atlético le cuesta salir de casa . Había enderezado la temporada con tres victorias consecutivas en el Metropolitano, pero llegó a Balaidos y las buenas sensaciones desaparecieron. El equipo dominante que se vio contra el Real Madrid y en la Liga de Campeones contra el Eintracht no aparecía por ningún lado y se marchó con un punto y con la sensación de que todo podía haber sido peor.
Se ilusionó el equipo de Simeone con un gol que llegó sin querer, en un contraataque que llevó Pablo Barrios y que Starfelt, el central del Celta, remató a gol cuando quería despejar. La jugada había nacido en un pase en profundidad de Griezmann, que siempre sabe encontrar los espacios. Para situarse y para mandar el balón con ventaja a sus compañeros.
No había tirado a puerta el Atlético y ya gana