El Gobierno de Estados Unidos denunció que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) se han convertido en objetivos de pandillas, cárteles y organizaciones recientemente designadas como terroristas, quienes buscan atentar contra su vida.
Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, calificó la situación como “extremadamente peligrosa” y “sin precedentes”, alertando que se han ofrecido recompensas específicas por atacar a agentes: 2 mil dólares por secuestrarlos y 10 mil dólares por asesinarlos.
Reportes de inteligencia señalan que las organizaciones criminales han publicado fotografías y datos personales de agentes en redes sociales con la intención de intimidar y obstaculizar las operaciones migratorias en curso.
“No es solo información: se están